Hoy Hollywood ha marcado un antes y un después. La industria del entretenimiento, ya acostumbrada a movimientos corporativos de gran escala, se despierta con el que probablemente sea el mayor golpe estratégico de la década: Netflix adquiere Warner Bros.
La casa de algunas de las franquicias más influyentes del último siglo —desde Harry Potter y DC hasta Juego de Tronos o Casablanca— pasa a integrarse en el mismo ecosistema que Stranger Things, La Casa de Papel y Wednesday.
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El acuerdo que cambia el tablero
La operación se cierra por 82.700 millones de valor empresa (72.000 millones en equity) y llega justo después de la separación de Discovery Global —la parte de canales lineales como CNN, TNT Sports o Discovery— que quedará fuera del paquete.
Netflix se lleva los estudios de cine y TV, HBO, HBO Max y el catálogo histórico de Warner Bros., uno de los más poderosos de la industria.
Para los fans: sí, eso significa que DC, Harry Potter, El Señor de los Anillos (dependiendo de derechos), Dune, Godzilla/Kong, Looney Tunes, The Sopranos, Game of Thrones… todo eso pasa a convivir con el modelo Netflix.
Entre Sarandos y Greg Peters (co-CEOs de Netflix) han repetido una idea:
“Vamos a mantener las operaciones de Warner tal y como están.”
Es decir, no desaparece el estudio, ni la marca Warner Bros., ni su ventana teatral. Pero ahora Netflix puede explotar globalmente cada pieza de ese catálogo.
💼 Qué significa para la industria
Hollywood llevaba años en una carrera armamentística de contenido. Disney, Amazon y Apple jugaban con ventaja gracias a sus bolsillos infinitos. Netflix responde ahora con su movimiento más agresivo: convertirse en un estudio completo, con infraestructura de producción, distribución global y un arsenal de IP que no tenía.
La compañía espera ahorrar 2–3 mil millones al año y crecer en suscriptores gracias a este catálogo, reforzando todavía más el dominio del streaming frente al cine tradicional. Para los reguladores será un tema caliente, pero ambos consejos de administración han dado luz verde.
Y ahora… ¿qué?
Si todo va según lo previsto, la compra se cerrará entre finales de 2026 y principios de 2027. Hasta entonces, veremos movimientos estratégicos: reorganización de marcas, posible relanzamiento de HBO Max bajo Netflix, y un debate inevitable sobre cómo se gestionarán las franquicias más sensibles (DC y Harry Potter, en especial).
Estamos ante un nuevo mapa del entretenimiento. No es solo una adquisición: es el nacimiento del mayor conglomerado creativo del siglo XXI.
Esta noticia está escrita por Fran Molinez